La vuelta del Reverso
Fernando AldeaEl Jaeger-LeCoultre Reverso vuelve a aparecer en alfombras rojas, ferias y colecciones privadas. Un reloj nacido como solución práctica para proteger el cristal en un partido de polo hoy resurge con fuerza en la muñeca de celebridades y coleccionistas. Su revalorización reciente confirma que JLC tomó decisiones acertadas en sus nuevas ediciones, consolidando al Reverso como objeto de deseo contemporáneo, a pesar de seguir siendo un modelo castigado en el mercado de reventa.
Hay relojes que jamás desaparecen del todo. Aunque se mantengan en silencio durante décadas, siempre hay un grupo de entusiastas que los rescatan, esperando su anhelado momento de gloria. El Reverso es uno de esos casos, un diseño que nació en 1931 como respuesta al insufrible problema de los cristales rotos en las canchas de polo –¡qué barbaridad!– y que, con el paso del tiempo, fue evolucionando hacia la categoría de ícono relojero. Su caja giratoria no fue solamente una solución técnica ingeniosa, sino un gesto de diseño que lo convirtió en un reloj distinto, con una personalidad que se mantiene intacta casi un siglo después.
REVERSO TRIBUTE MONOFACE SMALL SECONDS
En la actualidad estamos sintiendo un estremecimiento en la fuerza, ya que el Reverso está experimentando un retorno que no se puede ignorar. Lo hemos visto en muñecas de actores en festivales internacionales, en alfombras rojas y en eventos de alta visibilidad mediática. También en las vitrinas de coleccionistas que, pese a reconocer su mala fama en términos de reventa, hoy lo ubican en un sitial privilegiado. Es la paradoja de un reloj que pierde dinero en el mercado secundario pero gana prestigio en el terreno cultural. Su valor simbólico está en ascenso y eso importa tanto como el valor financiero para quienes coleccionan con el corazón.
REVERSO TRIBUTE NONANTIEME "ENAMEL"
Jaeger-LeCoultre entendió que había que dar nuevos aires al modelo y lo ha hecho bien. Súper bien. Las presentaciones más recientes, como en Watches & Wonders, mostraron variaciones frescas, con complicaciones clásicas y un cuidado en la ejecución que devuelve el brillo a la línea. Desde ediciones art déco de marcada pureza hasta piezas más contemporáneas con esferas guilloché, la maison demostró que sabe jugar con el legado sin perder coherencia. El Reverso vuelve a sentirse relevante, no como un capricho vintage, sino como un reloj plenamente actual que dialoga con las estéticas del presente.
REVERSO TRIBUTE GEOGRAPHIC
Parte de la fuerza de este renacimiento viene también de su condición dual. El Reverso siempre fue más que un reloj de vestir, aunque se lo encasillara allí. La caja reversible lo transforma en un objeto versátil, capaz de mutar su identidad en segundos. En tiempos donde la relojería lucha por ser multifuncional y adaptable, este modelo ofrece una lección que estaba escrita desde 1931. La mejor innovación es aquella que mantiene vigencia sin forzar artificios. El Reverso no necesita reinterpretaciones radicales para brillar, basta con subrayar sus virtudes originales.
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Es cierto que falta todavía para su centenario en 2031, pero la tendencia es clara. El Reverso camina con paso firme hacia esa fecha redonda, cada vez más instalado en el radar cultural y estético de la relojería contemporánea. Lo veremos más en muñecas famosas, más en colecciones privadas y más en conversaciones de quienes entienden de buen diseño. Creo firmemente que Jaeger-LeCoultre ha logrado con paciencia y criterio recuperar un emblema que parecía dormido. Y como toda vuelta elegante, la del Reverso no es un regreso cualquiera, sino un recordatorio de por qué algunas ideas geniales nunca pierden vigencia.