

Rolex Oyster Perpetual Deepsea Challenge, el reloj de buceo que desafía los límites
El 1 de noviembre, el cineasta y explorador James Cameron presentó el Oyster Perpetual Deepsea Challenge. Inspirado en el reloj experimental que lo acompañó durante su inmersión histórica del 26 de marzo de 2012 a la fosa de las Marianas (hasta –10.908 metros), el Deepsea Challenge marca un nuevo hito en el universo de los relojes de submarinismo creados por Rolex.
Con garantía de hermeticidad hasta una profundidad de 11.000 metros, fabricado en titanio RLX y equipado con válvula de helio y sistema Ringlock, posee la capacidad de resistir a cualquier tipo de inmersión, ya sea en aguas abiertas, en sumergible o en cámara hiperbárica. Un reloj pensado para convertir la presión en aliada en cualquier circunstancia y un llamamiento a ampliar un poco más los horizontes de las profundidades.
Todo el savoir-faire Rolex al servicio de un submarinista excepcional
El Deepsea Challenge, reloj de los fondos marinos por excelencia, es todo un submarinista con cualidades nunca vistas, concebido para soportar presiones extremas. Afrontar el reto relojero e industrial que supuso su creación requirió varios años de investigaciones.
Si bien el reloj experimental de 2012 iba fijado al brazo articulado del sumergible de James Cameron, el Deepsea Challenge se diseñó para llevar en la muñeca. De la fabricación de la caja a la del brazalete, todo está pensado con vistas al uso cotidiano de este reloj de 50 mm de diámetro. Una proeza relojera que fue posible por el uso de una aleación de titanio grado 5 seleccionada por Rolex: el titanio RLX. Gracias a este metal robusto y especialmente ligero, su peso pudo reducirse en un 30% con respecto al reloj experimental de 2012. Con el fin de conferirle unas proporciones ergonómicas y una estética armoniosa al nuevo reloj, se modificaron determinados componentes; por ejemplo, se rebajó el grosor del cristal. El Deepsea Challenge se distingue de los demás relojes Profesionales por un satinado especialmente marcado y por las aristas de las asas pulidas. En lo que respecta a los sistemas de extensión del brazalete —sistema Rolex Glidelock y láminas Fliplock—, permiten llevar el reloj por encima de un traje de buceo de hasta 7 mm de grosor.

James Cameron, con un Oyster Perpetual Deepsea Challenge en su muñeca, posando con una maqueta del batiscafo Trieste, su sumergible DEEPSEA CHALLENGER (en el centro) y los dos relojes experimentales acoplados a los vehículos durante las inmersiones en la Fosa de las Marianas: el Deep Sea Special (detrás) y el Rolex Deepsea Challenge (delante).
Créditos: ©Rolex/Duncan Cole

El cineasta y explorador James Cameron con el Oyster Perpetual Deepsea Challenge.
Créditos: ©Rolex/Duncan Cole

En primer plano, de izquierda a derecha: Oyster Perpetual Rolex Deepsea (2008), Oyster Perpetual Deepsea Challenge (2022), Deep Sea Special (1960), Rolex Deepsea Challenge (2012) y Oyster Perpetual Submariner (1986). Fondo, de izquierda a derecha: modelos del sumergible DEEPSEA CHALLENGER y del batiscafo Trieste.
Créditos: ©Rolex/Duncan Cole

Créditos: ©Rolex/Duncan Cole
El Deepsea Challenge representa todo el savoir-faire de Rolex en el ámbito de los relojes de submarinismo. Combina las principales innovaciones desarrolladas por la manufactura a lo largo de muchos años: el sistema Ringlock, una arquitectura de caja patentada gracias a la cual esta puede soportar presiones extremas; la válvula de helio, que sirve para evacuar —durante las fases de descompresión en cámara hiperbárica— el exceso de presión interna que puede comprometer la integridad del reloj; la corona Triplock, con tres zonas de hermeticidad; y también la visualización Chromalight, que se distingue por un material luminiscente de larga duración que mejora la legibilidad. Con el objetivo de poner a prueba la hermeticidad de cada uno de los Deepsea Challenge que produce, Rolex desarrolló específicamente, en colaboración con la Comex (Compagnie Maritime d’Expertises), una cuba de ultra-alta presión capaz de ejercer una presión de prueba equivalente a la que reinaría a 13.750 metros de profundidad.
En el corazón de la caja Oyster se sitúa el calibre 3230, íntegramente desarrollado y manufacturado por Rolex. Concentrado de tecnología, este movimiento automático incorpora diferentes elementos patentados: el escape Chronergy y la espiral Parachrom, insensibles a los campos magnéticos, así como amortiguadores de golpes Paraflex. Gracias a la arquitectura de su barrilete y al rendimiento superior de su escape, el calibre 3230 ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 70 horas. Como todos los relojes Rolex, poseedores de la certificación de Cronómetro Superlativo, el Deepsea Challenge presenta una precisión cronométrica del orden de –2 /+2 segundos al día.
Un homenaje a los exploradores de los abismos

El Oyster Perpetual Deepsea Challenge, sumergible hasta una profundidad de 11.000 metros (36.090 pies).
Créditos: ©Rolex/JVA Studios

Detalle del cristal biselado del Oyster Perpetual Deepsea Challenge.
Créditos: ©Rolex/JVA Studios

El Oyster Perpetual Deepsea Challenge, estanco hasta una profundidad de 11.000 metros (36.090 pies).
Créditos: ©Rolex/Alain Costa

El Oyster Perpetual Deepsea Challenge, fabricado en titanio RLX.
Créditos: ©Rolex/Alain Costa

El cierre Oysterlock instalado en el Oyster Perpetual Deepsea Challenge con el sistema de extensión Glidelock de Rolex y el eslabón de extensión Fliplock.
Créditos: ©Rolex/Alain Costa

The Chromalight display of the Oyster Perpetual Deepsea Challenge, visible once the watch is plunged into darkness.
Credits: ©Rolex/Alain Costa
El Deepsea Challenge luce la inscripción “Mariana Trench”, además de las fechas “23-01-1960” y “26-03-2012” grabadas en el fondo. Todo un homenaje a dos inmersiones históricas en la fosa de las Marianas: la del oceanógrafo Jacques Piccard y el teniente de la marina estadounidense Don Walsh a bordo del Trieste, en 1960; y posteriormente, en solitario, la de James Cameron a bordo del DEEPSEA CHALLENGER, en 2012. Ambas expediciones llevaron a bordo relojes experimentales Rolex.
El diseño del que acompañó a James Cameron en su descenso constituyó un gran desafío en términos de tamaño y tiempo para la manufactura Rolex. Esta pieza, puesta a prueba para soportar una profundidad de 15.000 metros y una presión de 17 toneladas sobre el cristal, se desarrolló en tan solo unas semanas, gracias a la dilatada experiencia de los equipos de Rolex en el ámbito de los relojes de submarinismo destinados a grandes profundidades. Durante una inmersión de siete horas, tres de ellas en el fondo de los abismos para grabar y recoger muestras, este reloj experimental resistió airoso a la colosal presión, como lo hizo en su momento el de 1960.
Hoy, el Deepsea Challenge representa un nuevo hito en esta aventura humana y técnica que comparten, desde hace décadas, los ingenieros de Rolex y los exploradores de las profundidades.

El fondo de caja grabado del Oyster Perpetual Deepsea Challenge.
Créditos: ©Rolex/JVA Studios

Punto-raya-punto, las tres marcas que indican que la corona de cuerda del Oyster Perpetual Deepsea Challenge está hecha de titanio RLX.
Créditos: ©Rolex/Alain Costa
Rolex: Obsesión por la hermeticidad

El tanque de ultra alta presión desarrollado en colaboración con Comex para probar la impermeabilidad del Oyster Perpetual Deepsea Challenge.
Créditos: ©Rolex/Fred Merz

Relojes Oyster Perpetual Deepsea Challenge durante las pruebas de estanqueidad, realizadas en un tanque hiperbárico especialmente diseñado.
Créditos: ©Rolex/Fred Merz

Placa decorativa sobre el depósito de pruebas de estanqueidad del Oyster Perpetual Deepsea Challenge. Presenta los mismos grabados que el fondo de la caja del reloj.
Créditos: ©Rolex/Fred Merz

La caja central del Oyster Perpetual Deepsea Challenge durante el proceso de estampación.
Créditos: ©Rolex/Fred Merz

Fabricación de la caja central del Oyster Perpetual Deepsea Challenge en titanio RLX.
Créditos: ©Rolex/Fred Merz
La cuestión de la hermeticidad ha sido un pilar fundamental del savoir-faire relojero de Rolex desde sus inicios. Fue así como nació, en 1926, la caja Oyster, completamente hermética gracias a un sistema de bisel, corona y fondo enroscados a la carrura. Desde hace casi un siglo, Rolex perfecciona sistemas cada vez más eficientes —coronas Twinlock y Triplock, sistema Ringlock— para proteger el interior de sus relojes.
A fin de responder a las necesidades de los profesionales del buceo, Rolex empezó proponiendo el Submariner en 1953, con una hermeticidad garantizada entonces a 100 metros, hoy a 300. En 1967, la marca lanzó el Sea-Dweller, reloj de submarinismo dotado de una válvula de helio y con una hermeticidad garantizada hasta 610 metros de profundidad, y más tarde hasta 1.220 metros. Presentado en 2008, el Rolex Deepsea es un reloj capaz de responder al desafío de las grandes profundidades. Con su sistema Ringlock, puede resistir a la presión que reina a 3900 metros de profundidad.
El Oyster Perpetual Deepsea Challenge y su hermeticidad garantizada hasta 11.000 metros abren nuevos horizontes en las grandes profundidades.
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