Opinión Dani: Una fiesta arruinada

Watches & Wonders 2025 prometía ser otra celebración de la alta relojería, pero entre resacas de champaña, decisiones de diseño cuestionables y aranceles inesperados, la fiesta terminó con más ceño fruncido que aplausos.

Abril 7, 2025
Daniel Pinto

Mientras escribo esto, termina la semana relojera más importante de la industria: Watches & Wonders 2025. Una que, como siempre, comenzó con el morbo, sorpresa y posterior fascinación que implica el lunes de los lanzamientos de Rolex. Hasta ahí todo bien, aciertos y desaciertos sabrosos como todos los años. Pero el martes, cuando aún no se pasaba la resaca de la fiesta de la noche anterior y la champaña francesa seguía fría, vino lo peor. Y lo peor no fue un reloj mal diseñado, ni un alza de precios de Rolex, ni la quiebra de alguna marca querida. Fue un balde de agua fría en la forma de aranceles del 31% a los productos que lleguen a Estados Unidos provenientes de Suiza, cortesía de Donald Trump. Cualquier nuevo lanzamiento o evento durante la feria se vio opacado por la noticia. Las implicancias son inciertas y hay cientos de engranajes económicos en movimiento que serán los que finalmente determinen en qué termina esta situación de los aranceles y cómo nos afectará como coleccionistas y como industria en general.

Lo cierto es que aquí vinimos por los relojes, y si de relojes se trata, no podemos sino empezar por el ahora infame Land-Dweller. Este lanzamiento, en mi opinión, mostró la mejor y la peor cara de Rolex. Por un lado, un nuevo mecanismo realmente revolucionario que podría llegar a cambiar la relojería del siglo XXI, demostrando que Rolex sigue siendo el rey cuando se trata de industrializar procesos complejos con un nivel de perfección inalcanzable para el resto. El reverso de la moneda fue el diseño elegido para lanzar esta maravilla mecánica: un reloj que intenta hacer un tributo al Oysterquartz de antaño, pero que no termina de convencer, ya que se ve recargado en sus detalles y muestra una muy inusual conducta de Rolex de mirar hacia atrás en vez de al futuro. Más bien parecía una movida sacada del libro de Tudor.

Rolex Land-Dweller

Patek Philippe Cubitus 40mm

Patek Philippe Calatrava 6196P

Patek Philippe Quadruple Complication

Al frente del pasillo tenemos a Patek, que sin mayores aspavientos tiró una pequeña bomba en la forma del Cubitus de 40 mm. Una versión mejorada, a mi parecer, del original, que llega solo cinco meses después de ese primer lanzamiento y que seguramente sacará varias ronchas entre los coleccionistas que compraron con sobreprecio esa primera versión y ahora ven cómo la marca, sin siquiera esperar un año, lanza una nueva. De todas formas, la casa de Stern pagó sus pecados con varios golazos este año, partiendo por el nuevo Calatrava con esfera salmón, siguiendo por el Crono Rattrapante con esfera chocolate, y terminando con el nuevo Gran Complicación Cuádruple, una verdadera obra maestra de la relojería que bordea el millón de dólares y que logra verse moderno, pero a la vez elegante, como hace tiempo Patek no nos demostraba.

En el rango de precio de los mortales (o más bien, mortales pero adinerados) tenemos a IWC, con nuevas versiones del Ingenieur, destacando el calendario perpetuo y la edición de 40 mm en oro rosa. Dos de los mejores relojes deportivos de brazalete integrado que se pueden comprar hoy, y que no deberían tener vergüenza de plantarse frente a un Royal Oak o un Nautilus. Cartier, siendo Cartier, se inspiró en Cartier para lanzar un nuevo Cartier que imita a un Cartier del pasado. El “nuevo” Tank à Guichets sin duda no es para cualquiera, pero dado lo difícil que es encontrar uno de los originales, estoy seguro de que los verdaderos coleccionistas y amantes de la marca lo agradecen, lo quieren y estarán dispuestos a pagar precios exorbitantes en el mercado secundario por obtener uno de estos curiosos objetos de diseño.

IWC Ingenieur Perpetual Calendar 41

IWC Ingenieur Automatic 40 In Rose Gold

Cartier Tank à Guichets

Puntos bajos también vimos, especialmente en el stand de TAG Heuer. Aquí, entre medio de relojes plásticos de 2.000 dólares, pudimos observar un supuesto rediseño de su Carrera Day-Date, que a todas luces es exactamente igual que la versión anterior, pero con un precio que ya se acerca a los 4.000 dólares y compite directamente con Tudor y Omega. Diría que la mejor novedad de la marca fue el lanzamiento de un brazalete de granos de arroz para su línea Carrera. Esa frase explica de gran manera mi sentir con respecto al presente de esta marca. ¿Tendencias generales? Rolex está embarcado en una estrategia de aumentar su ticket promedio, tratando —a través de relojes de oro y piedras preciosas— de acercarse a los precios de las marcas de alta relojería y así aumentar su facturación sin tener que fabricar más unidades. Hoy, con aproximadamente 1.200.000 piezas producidas al año, está en el límite de lo que puede hacer.

Los relojes de vestir confirman su regreso triunfal, con muchas de las mejores novedades enfocadas en esta categoría, tanto en relojes redondos como en formas arquitectónicas originales, siendo para mí el mejor representante el nuevo JLC Reverso en oro rosa con brazalete milanés a tono. Por último, vemos que cada vez esta feria se enfoca más en blogueros y periodistas, dejando atrás su pasado como evento comercial. Es por eso que debemos ser cuidadosos antes de tragarnos todo lo que leemos en blogs como este o en cuentas de Instagram de celebridades relojeras. Muchos de ellos están ahí invitados por las marcas, alojando gratis en los mejores hoteles, comiendo tagliatelle con trufa y tomando espumante del costoso todas las noches. Esto hace que un pequeño puñado de marcas obtenga un porcentaje desproporcionado de cobertura, dejando en el olvido a marcas pequeñas que a veces tienen cosas mucho más interesantes que mostrar, dado que gastan su presupuesto en diseño, innovación y calidad, y no en agasajar influenciadores.

TAG Heuer Carrera Day-Date

Jaeger-LeCoultre Reverso Tribute Monoface Small Seconds

Así que el llamado es a investigar duro, formarse un criterio propio y —lo más importante— aprender a disfrutar sin la ansiedad de tener que comprar, ya que cada año el número de lanzamientos aumenta, los precios suben, y nuestra fascinación por estos pequeños objetos de arte sigue creciendo sin parar.