El nuevo 1815 Rattrapante de A. Lange & Söhne
A. Lange & Söhne aumenta su familia de relojes 1815 con un nuevo modelo dotado de la más ambiciosa complicación relojera: el cronógrafo ratrapante. Este nuevo modelo se centra en la complicación que le da nombre y está dotado de un mecanismo desarollado a medida. Además de constituir la base del diseño totalmente independiente de la esfera, este mecanismo es literalmente el accionamiento exclusivo que permite a la manufactura sajona recorrer su propio camino. El 1815 RATTRAPANTE dispone de una caja de platino y está limitado a 200 ejemplares.
La clase magistral de medición de tiempos cortos
Los relojeros de A. Lange & Söhne han vuelto a demostrar con el 1815 Rattrapante su experiencia en el campo de la medida de tiempos cortos. Su complejo mecanismo va más allá de la función de un cronógrafo clásico y mide numerosos tiempos intermedios en un minuto. Para ello dispone de dos trotadoras superpuestas: la aguja central del cronógrafo y la aguja central de la ratrapante. Ambas arrancan juntas cuando se acciona el pulsador situado a las 2. La aguja central del ratrapante se puede parar en ese momento independientemente de la aguja central del cronógrafo y, a continuación, sincronizarla con ésta. Este proceso utilizado por ejemplo para medir carreras o competiciones se puede repetir muchas veces.
Elegancia funcional
El 1815 Rattrapante está dotado de una elegante caja de platino. La esfera plateada y las agujas pavonadas oscuras contrastan entre sí, garantizando una perfecta facilidad de consulta. Entre las tradicionales características del diseño del reloj figuran la minutería de ferrocarril perimetral y las llamativas cifras árabes. Reproducen así el estilo inconfundible que ya caracterizó los históricos relojes de pulsera Lange y que todavía hoy sigue marcando la familia de relojes cuyo nombre hace mención del año de nacimiento de Ferdinand Adolph Lange.
El desarrollo de un mecanismo propio permitió a los relojeros determinar libremente la posición de las esferas auxiliares. En lugar de la posición habitual a las 3 y a las 9 horas, el totalizador de 30 minutos y el pequeño segundero están colocados respectivamente a las 12 y a las 6 horas, en un eje central vertical. Esta disposición simétrica otorga al 1815 Rattrapante un efecto armónico y expresivo. Adicionalmente, con la escala de tacómetro periférica se pueden determinar velocidades medias.
Calibre de la manufactura L101.2
El 1815 Rattrapante se acciona mediante el mecanismo de la manufactura L101.2. La estructura completa de cronógrafo y ratrapante está dispuesta de forma visible a través del fondo de cristal de zafiro. Así se puede observar con todo detalle los complejos procesos de conmutación. El cronometraje y la medición de tiempos intermedios se controlan de manera clásica y precisa mediante dos ruedas de columnas. El barrilete proporciona una reserva de marcha de 58 horas con toda la cuerda dada. La espiral Lange que oscila libremente garantiza en combinación con el volante con tornillos, también de fabricación propia, unos valores excelentes de marcha a una frecuencia de 21.600 semioscilaciones por hora (3 Hertz).
Es ya el séptimo calibre desarrollado y fabricado por Lange con esta complicación. Este mecanismo fue utilizado ya con un acabado especial en el 1815 Rattrapante Honeygold “Homage to F. A. Lange”. La manufactura conmemoró en 2020 el 175 aniversario de la relojería de precisión sajona con esta edición limitada a 100 ejemplares en la aleación de oro miel exclusiva de Lange.
El espíritu del viejo maestro
El acabado del calibre, montado dos veces a mano, responde totalmente a la tradición de Ferdinand Adolph Lange quien, además de dotarlos de unos llamativos elementos constructivos, siempre les aportó una estética inconfundible. Puentes y volantes de alpaca natural, volante con tornillos, engastes de oro atornillados para fijar la piedra de cojinete y el puente del volante grabado a mano, todos ellos siguen en el calibre L101.2 los máximos niveles de calidad de sus relojes de bolsillo (calidad 1A). A la capacidad relojera de hoy se unen estos elementos tradicionales en una completa obra de arte de la relojería de precisión.
Las piezas móviles del cronógrafo ratrapante como palancas, muelles y muescas de tope están decoradas en su parte superior con un acabado linear, mientras que los biseles periféricos están angulados. El biselado de los bordes interiores de las esquinas, es un reto especialmente complicado para los especialistas en acabados. Sólo los artesanos más experimentados consiguen pulir manualmente los bordes sin dejar huella de curvas ni ángulos.
Único en su género
La concepción y la fabricación de cronógrafos de alta calidad, especialmente los que incorporan ratrapante, presentan una de las mayores dificultades de la relojería de precisión. Para garantizar la precisión y la fiabilidad del complejo mecanismo se necesita un alto nivel de conocimientos, experiencia y paciencia.
Desde que A. Lange & Söhne reanudara su actividad, algunos relojes han establecido nuevas referencias en este campo. Con el Double Split realizó A. Lange & Söhne en 2004 el primer cronógrafo con doble ratrapante de la historia de la relojería de precisión que amplió de 60 segundos a 30 minutos el intervalo de cronometrajes intermedios. El Triple Split presentado en 2018 marcó el punto culminante con el desarrollo de la función de ratrapante. Con la adición de un tercer par de agujas que se pueden parar de forma independiente, las funciones de cronógrafo y ratrapante se pueden ampliar hasta doce horas. Hasta ahora, estos dos relojes son únicos en la relojería de precisión.
El nuevo 1815 Rattrapante pone hoy en primer plano como complicación única una clásica interpretación del mecanismo ratrapante. Se presenta con una caja de platino de 41,2 milímetros. A pesar de la complejidad técnica del calibre de cuerda manual de 365 piezas, los relojeros de Lange han conseguido limitar la altura de la caja a 12,6 milímetros. El enorme trabajo relojero de esta obra maestra hace que esté limitada a 200 ejemplares en todo el mundo.