El Oris Artelier Skeleton es un buen ejemplo de cómo un diseño esqueletizado puede mantener la elegancia sin caer en el exceso visual. La caja de acero de 40.5 mm mantiene proporciones clásicas, mientras la esfera semitransparente revela el movimiento decorado con gusto y simetría. Los índices de diamante aplicados añaden un toque de lujo inesperado, rompiendo con la frialdad técnica de los esqueletos mal resueltos. Todo está contenido dentro de una estética Art Deco moderna que no busca impresionar, sino complacer a quien lo observa con calma.
A través del cristal de zafiro, tanto frontal como posterior, se puede apreciar el calibre automático Oris 734 (basado en Sellita SW200-1), adaptado al esqueletizado con una terminación limpia, bien pulida y muy legible. La correa negra de cuero con textura de cocodrilo eleva el conjunto a un nivel que funciona tanto con atuendos formales como como pieza de conversación informal. El resultado es un reloj que juega a revelar sin sobreexponer, y que recuerda que la transparencia, cuando está bien diseñada, también puede ser una forma de discreción.