Presentada por primera vez en 1952, la colección Omega Constellation, como muchas de las famosas familias de diseño de la marca, ha experimentado un desarrollo significativo en sus casi siete décadas de historia. La Constellation, que llegó a ser la familia Omega más popular, incluso más que las líneas Speedmaster y Seamaster, fue en su lanzamiento la respuesta de Omega a lo que debía ser un reloj de pulsera de vestir técnicamente superior.
En 1982, en un esfuerzo por actualizar el diseño a algo que volviera a distinguirse en su amplio catálogo, Omega presentó el diseño “Manhattan”, un estilo ahora muy reconocible desarrollado por primera vez por la joven diseñadora Carol Didisheim. El diseño es conocido sobre todo por sus “Griffes” o bandas en forma de garra que flanquean el lado izquierdo y derecho del reloj, así como por sus facetas en forma de “media luna” en la parte superior e inferior de la caja, una elección que acentúa la sensación de llevar el reloj en la muñeca y le da una forma casi de barrilete. El diseño también incluye un brazalete integrado de un solo eslabón, números romanos para los índices fijos del bisel y, con frecuencia, esferas muy elegantes que mantienen un enfoque más formal.
Hoy en día, la estética “Manhattan” sigue dominando la línea Constellation, con el diseño ya en su quinta generación. Aunque por la prevalencia del estilo inspirado en los años 80, Omega también ha empezado a rememorar en los últimos años diseños aún más antiguos, lanzando la serie Constellation Globemaster en 2015 e introduciendo de nuevo en la colección esferas “pie-pan” vintage, fondos de caja emblemáticos e incluso biseles estriados.