El Omega Constellation en esta versión automática de oro amarillo es una cápsula del tiempo que resume el lujo discreto de comienzos del milenio. Con sus líneas integradas, brazalete monobloque y el icónico bisel con numerales romanos, este modelo de 35.5 mm logra una estética elegante sin recurrir a exageraciones. La esfera plateada con índices aplicados dorados y la tradicional estrella del Constellation a las 6 evocan la precisión cronométrica que da nombre a la línea.
Impulsado por el calibre Omega 1120, certificado por COSC y basado en un movimiento ETA 2892-A2, este reloj no es solo una declaración estética: es también una herramienta de alta precisión suiza. A pesar de su construcción de oro amarillo, el perfil sigue siendo sobrio y delgado, lo que lo convierte en un reloj sumamente versátil para quienes valoran la relojería con legado, proporciones equilibradas y acabados de excelencia. Una pieza que lleva la historia del observatorio en el fondo de la caja, literal y simbólicamente.