
Mi favorito del año ¡y no hay discusión!
Vacheron acaba de lanzar el que es, por lejos, mi reloj favorito en lo que va del año.
Una verdadera bomba para celebrar los 270 años de historia de la marca. La más antigua en funcionamiento continuo dentro de la industria suiza, y que demuestra, una vez más, que puede sorprender incluso a quienes creemos haberlo visto todo.
Lo que hace tan especial a este lanzamiento es que eligieron llevar toda esta complejidad mecánica —una combinación de calendario perpetuo, esfera esqueletizada completamente transparente y repetidor de minutos— a una caja que normalmente no se usa para este tipo de relojes: la del Overseas.

El Overseas es la propuesta más deportiva de Vacheron, su modelo más fresco, más moderno, más joven. Y esta vez, le dieron un tratamiento de alta relojería que, honestamente, no se había visto antes en esta línea. Es una combinación absolutamente asesina. Técnica, elegante, ambiciosa. Una jugada que sólo una marca como Vacheron se puede permitir. Y que ejecutaron de forma impecable.
El resultado es un reloj que marca un antes y un después. Que corona de forma perfecta esta celebración de aniversario. Que demuestra que la marca no sólo sigue vigente, sino que también tiene mucho que decir sobre cómo se debe mirar hacia el futuro sin perder el respeto por su legado.
Obviamente, este reloj no está pensado para el común de los mortales. Es una edición ultra limitada, de esas que se escapan completamente de cualquier parámetro racional en cuanto a precio y disponibilidad. Pero me encanta que exista. Me encanta que Vacheron se haya atrevido.

Este reloj no sólo entra a competir de tú a tú con lo que está haciendo Audemars Piguet con el Royal Oak a nivel de complicaciones, sino que debería convertirse en un precedente. En una señal de que el Overseas puede y debe ser más que “el deportivo elegante” de Vacheron.
Históricamente, esta línea no ha sido terreno para grandes complicaciones. Pero con este lanzamiento queda claro que se ve increíble con este tipo de tratamientos. Y sobre todo, que puede convertirse en una plataforma muy potente para mostrar lo que Vacheron sabe hacer como pocos: repetir minutos. Una de sus complicaciones estrella, y en este caso, absolutamente alucinante.
Este es el tipo de reloj que no necesita campaña. Basta verlo y escucharlo. Es de esos que hacen que uno se vuelva a enamorar de la relojería.
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