En plena efervescencia noventera, Girard-Perregaux propuso este cronógrafo automático de la línea Sport 7000 como una reinterpretación elegante de la complicación más popular del siglo XX. Con caja de oro amarillo de 38 mm, pulsadores tipo piston y una estética minimalista, este modelo representa la discreción y el refinamiento de una era en la que la alta relojería buscaba combinar tradición y funcionalidad con proporciones contenidas.
Su esfera negra mate con contadores alineados verticalmente recuerda al diseño tricompax clásico, mientras que el bisel taquimétrico suma un guiño racing sin perder sobriedad. La correa de piel negra en textura cocodrilo complementa el carácter sofisticado de esta pieza que, bajo su elegancia, late con un calibre automático basado en el mítico ETA 7750 modificado por Girard-Perregaux. Esta referencia 7000GBM sintetiza el espíritu deportivo de la manufactura con una ejecución digna de la alta relojería de los 90.